El Palacio Güell fue el primer encargo importante del arquitencto Antoni Gaudí construida entre los años 1886 y 1890. Es una obra inspirada en el Oriente Próximo en el que el arquitecto usó el azulejo cerámico, los arcos mitrales, cartelas de ladrillo y acabados en forma de cúpula.
El Palacio constaba de sótano, cochera, portería y recibidor en la planta baja además de los otros pisos dedicadas al primer piso para uso social, el segundo uso privado, el tercero para el servicio y por último, la azotea. Está construido de piedra en su fachada en la que destacan las puertas de entrada, observándose también en su parte posterior un conjunto de hierro forjado formando la letra "G" de Güell. En las chimeneas de la azotea, Gaudí las decoró, lo que se serviría de inspiración para los próximos proyectos.
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